Nada, absolutamente nada podía evitar que Deborah y Ángel viviesen uno de los días más inolvidables de sus vidas. Ni siquiera la lluvia, que quiso aguarles la ceremonia, consiguió mermar esa felicidad que llevaban dentro por compartir un día así con todos los suyos. El resto es historia, y podéis comprobar lo que os digo al verles las caras en las fotos del slide de video que os dejo.
Deborah, Ángel, sólo puedo tener palabras de agradecimiento para los dos. A pesar de los contratiempos que surgieron pudisteis disfrutar de un día maravilloso, las fotografías creo que lo reflejan a la perfección. Mil gracias por cuidarnos tan bien y por habernos dejado capturar un sin fin de momentos. Os deseo lo mejor.
Un abrazo enorme!
Interesante artículo, ¡¡enhorabuena!!
Nos guardamos alguna que otra idea para fotos de boda en Trujillo, porque son buenísimas.
Saludos.