Vaya, has llegado hasta la página más personal de mi web, supongo que querrás saber un poquito más de mi tras haber visto mi trabajo. Pues bien, te voy a contar quién soy, más allá de mi carrera como fotógrafo de bodas, aunque nunca se me ha dado bien hablar de mi mismo.
Si... el de los manguitos y los otros dos soy yo hace un par de años.
Siempre he sido un amante de la naturaleza y de todos los tesoros que en ella se esconden, en especial de la fauna salvaje. Es por ello que cuando empecé con la fotografía pude unirla sin problema a otra de mis grandes pasiones: viajar. Recuerdo uno de mis primeros viajes con mi primera cámara réflex en la mano, fui de safari a Kenia con un grupo de amigos, un viaje inolvidable del que me traje miles y miles de fotografías de todos los animales que os podéis imaginar.
Además de la fotografía de fauna me encanta también la fotografía de paisaje, otra disciplina en la que puedes llegar a conectar con la naturaleza y que además es mucho más tranquila y pausada, aunque también requiere de mucha paciencia a veces. Aún hoy siempre que tengo un hueco intento escaparme para poder fotografiar un bello atardecer en la costa, o el colorido otoño de los bosques del norte. La naturaleza siempre está dispuesta a ofrecernos bellas imágenes si sabemos mirarla.
Así, casi sin quererlo fui dando mis primeros pasos con la fotografía, pero aún estaba por llegar lo mejor.
Gran pregunta... y os seré sincero. La fotografía de boda nunca llamo mi atención en mis comienzos, la veía como algo aburrido y repetitivo. Pero de nuevo por casualidad, un día mirando en una conocida página de anuncios, encontré a Ruth, una chica que buscaba fotógrafo para su boda. Tras exponerle a ella y a su novio Juan mi nula experiencia en la fotografía nupcial, decidieron darme la oportunidad de estrenarme con ellos... y así empezó todo.
Desde ese momento mi visión sobre la fotografía de bodas cambio radicalmente, cada boda era única y aunque todas siguen más o menos el mismo patrón, siempre hay mil detalles que las diferencian y además me di cuenta que la creatividad también estaba presente en este tipo de fotografía y que tenía un peso muy fuerte en ella. Y encima tuve que cambiar la tranquilidad que conlleva la foto de fauna y paisaje con la intensidad que se vive en una boda. ¡Y eso me encantó!
Tras la boda de Ruth y Juan tuve la suerte de encontrar un trabajo de asistente para un fotógrafo de bodas con el que estuve 3 temporadas en las que pude aprender un montón de técnicas nuevas, manejar los tiempos en una boda, colocar a las parejas y sobre todo ir acumulando experiencia sábado tras sábado mientras también iba haciendo mis propias bodas. Tras esta productiva etapa donde cogí mucho rodaje, decidí independizarme laboralmente y empezar mi propio proyecto como fotógrafo de bodas.
Y así nació Artesano de la Luz. Ya son 9 años ejerciendo como fotógrafo de bodas y aunque estoy curtido en experiencia, siempre intento aprender cosas nuevas. Pienso que la fotografía está en constante evolución y como todo en la vida siempre hay novedades que aprender.
¡Se me acaba de ocurrir una idea! Como os decía al comienzo, no se me da muy bien hablar de mi mismo, así que os voy a dar la oportunidad de que me preguntéis lo que queráis o necesitáis saber de mi terreno personal. Será como una especie de entrevista donde vosotros seréis los reporteros.