Si acabas de llegar a mi web te doy la bienvenida. Me llamo David Redondo y soy un fotógrafo que trabaja por todo el país, y como no podría ser de otra manera también soy fotógrafo de bodas en Cantabria y por supuesto también soy fotógrafo en Santander.
Si te gusta mi trabajo, ¿por qué no hacerlo? Hoy en día la distancia no es un problema, estoy acostumbrado a viajar y hago fotos en cualquier sitio donde me llaman, así que estaría encantado de poder hacer tu reportaje de boda en Cantabria.
La elección del fotógrafo de tu boda es una de las decisiones más importantes a la hora de organizar tu boda, las fotos serán el recuerdo que quede de tu gran día con el paso de los años y es fundamental que tengas un buen profesional encargándose de inmortalizar cada momento. Por esto te invito a que navegues por mi web para conocerme un poco más, poder explicarte al detalle mi forma de trabajar y por supuesto que puedas ver si mis fotografías te llegan al corazón y ves en ellas el reflejo de lo que quieres para tu reportaje fotográfico de boda.
Si para ti el reportaje de fotografía de la boda se te queda corto y necesitas algo más para así poder guardar un recuerdo más íntegro de uno de los días más especiales de tu vida , sin lugar a dudas vas a necesitar todo el dinamismo y emoción que tan solo un video de boda te puede dar.
Te puedes imaginar esos verdes y preciosos paisajes de Cantabria con unos planos cinematográficos en los que vosotros y vuestros invitados seréis los protas. También podemos tomar también increíbles tomas aéreas a vista de águila gracias a un drone de última generación para que tengas el mejor video de boda que puedas soñar.
Si a parte de tu reportaje de fotos también quieres la historia de tu boda narrada en video, no dudes en pasarte por la página donde conoceréis a Viktor Kolev, el que es sin duda uno de los mejores videografos que pueden acompañarte en un día tan importante.
Me encanta el norte, desde Galicia hasta el País Vasco. Pero Cantabria tiene un hueco especial en mi corazón, cuando tenía 14 años hice mi primera visita al cantábrico, nunca antes había viajado al norte de España y cuando llegué quede maravillado por sus verdes prados y su quebrada costa. Sí, lo admito: soy un fotógrafo enamorado de Cantabria. No recuerdo cuantos días estuve, posiblemente una semana, quizás más, por aquel entonces el tiempo se dilataba mucho más al no tener obligaciones. Pero si recuerdo cuando pisé por primera vez Santillana del Mar, Comillas o San Vicente de la Barquera, y por supuesto Santander. También recuerdo una larga ruta por los Picos de Europa tras subir en el teleférico de Fuente Dé... ¡qué vistas desde allí arriba! Recuerdos que por suerte fotografíe para que con el paso de los años no perdiesen la nitidez de la memoria.
Desde entonces he regresado muchas más veces, he conocido muchos más de sus bellos rincones y de sus amables gentes. En una de mis últimas visitas me quedé completamente enamorado de la cueva del Soplao, una auténtica maravilla que la naturaleza ha ido esculpiendo con infinita paciencia a lo largo de los milenios. Y que decir del impresionante e imponente bosque de secuoyas que hay cerca de Cabezón de la Sal, jamás imaginé que estos árboles estuviesen tan cerca de casa, toda una experiencia.
Este último año he subido tres veces a Cantabria, dos de ellas para cubrir un reportaje de boda y una sesión de postboda en la playa de los que guardo muy bonitos recuerdos.