Hoy nos vamos de viaje hasta Asturias con la postboda de Virginia y Javi que hicimos hace un par de semanas en una de las preciosas playas que esconde la costa asturiana, concretamente a la playa de Campiecho, la cual ya había visitado unos meses antes y que es realmente especular, especialmente con la marea baja. En mi profesión como fotógrafo de bodas en Asturias siempre ha sido una motivación extra el realizar postbodas en lugares como este.

ASTURIAS Y SUS PLAYAS

El viaje fue un poco duro, ya que salimos a última hora de la tarde y llegamos a la medianoche para meternos directamente en la cama y descansar para el día siguiente. Hicimos noche en el Hotel Astur Regal. Teníamos la sesión programada para el mediodía aprovechando la marea baja, ya sabéis que no me gusta mucho hacer las sesiones a esa hora, pero por suerte el día no fue muy soleado y las nubes nos ayudaron para suavizar la luz más fuerte que tienen esas horas. Nos recorrimos gran parte de la playa como bien pudimos, pues no es apta para dar paseos ya que esta llena de rocas y piedras que hacen que el caminar por ella sea un poco complicado, aunque sin duda merece la pena.

Con Virginia y Javi la compenetración fue perfecta desde el primer momento, ya era la tercera vez que les hacía fotos tras la preboda y la boda y para ellos esto ya estaba «chupao», disfrutamos de la tarde con cada foto hasta que casi se nos echa la hora y la marea encima, incluso antes de irnos estuvieron a punto de hacerse la última metidos en el agua… pero no habíamos ido muy preparados para darnos un baño y les aconsejé que no, además ya os podéis imaginar como está el agua del cantábrico en febrero jeje

Tras dar por finalizada la sesión tocaba volver al hotel para cambiarnos e intentar encontrar un sitio para comer algo, pues eran sobre las 5 de la tarde, por suerte pudimos encontrar un restaurante abierto y disfrutar de un buen cachopo antes de volvernos a Madrid!

UNA POSTBODA PARA RECORDAR TODA LA VIDA

Bueno chicos, una vez más fue un placer volver a compartir una tarde con vosotros y sobre todo poder haberlo pasado tan bien y haber podido sacar ese modelo que llevaba Javi en la sangre! jeje Espero que os gusten las primeras fotos de vuestra postboda, prontito el resto y el álbum! Muchas gracias por todo, un abrazo!!

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UN ESCENARIO DE CUENTO PARA UNA POSTBODA EN ASTURIAS: LA PLAYA DE CAMPIECHO

Hoy retomamos nuevamente las sesiones, en esta ocasión con una preciosa postboda en la playa y poniendo mucha tierra de por medio, ya que tocó desplazarnos bastantes kilómetros hasta ese gran paraíso natural que es Asturias, donde cada rincón es mágico y especial, ya sea la dura montaña, el verde «prao» o el bravo y frío cantábrico que baña las playas… y entre ellas está la de Campiecho, muy poco conocida, salvaje y pedregosa, como a mi me gustan para fotografiar. Eso si, tuvimos que elegir bien el momento para poder entrar con la marea baja, que es cuando más provecho se le saca a esta playa.

Bueno, antes de nada os presento a Nerea y Christian, es la primera vez que los traigo al blog pues no hice su boda pero no se quisieron perder la postboda y para ello no pudieron elegir un lugar mejor, como ya sabréis me encanta Asturias, y no pudimos empezar mejor el día que con una buena fabada para entrar en calor antes de la sesión… luego una mini siesta y al lío! Nos alojamos en el Hotel Astur Regal. Tuvimos la playa casi para nosotros, solo nos encontramos con un par de fotógrafos de paisaje que esperaban el atardecer. Eso si, vaya currada nos dimos entre las rocas, sobre todo Nerea con la enorme cola de su vestido! Ser fotógrafo de bodas en Asturias me permite hacer fotos que respiran naturaleza y pureza.

POSTBODA EN LA PLAYA: UN RECUERDO ESPECIAL E INOLVIDABLE

La playa no daba muchas facilidades para recorrerla, no os penséis que era un arenal por donde poder saltar… había que mirar bien donde poníamos el píe pero sin duda, a pesar del esfuerzo, mereció la pena. Además hasta me tocó remangarme los pantalones y meterme un poco en el agua, que por cierto estaba helada, para hacer alguna foto… para que luego digan que solo sufren los novios! jeje

Tras dar por terminada la sesión, no sin antes un pequeño traspíes de Nerea y Christian que quedo solo en unas risas por parte de los tres, guardamos el equipo y cogimos el coche de vuelta al hotel, donde tras una ducha para entrar en calor nos esperaban unos «pequeños» cachopos para cenar… ya sabéis como son estos asturianos con la comida!

Bueno chicos! gracias por ese día tan bueno que echamos, fue breve pero súper intenso! a pesar de ser la primera vez que trabajábamos juntos me sentí muy cómodo con vosotros desde el primer momento, no pusisteis ni un pero a nada de lo que os pedí y os lo currasteis mogollón caminando entre las rocas. Espero que os guste el adelanto, aunque ya os había enseñado algunas por Instagram… prontito tendréis el resto!!

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Parece que tenemos que ir despidiéndonos del verano, a punto de entrar en otoño parece que han llegado las primeras lluvias, esperemos que este año llueva un poco más en estas fechas que en el anterior para tener un otoño en condiciones… eso si, que no nos llueva en ninguna boda ni postboda de todas las que aún quedan! Hoy os traigo una preciosa postboda en Cantabria.

¿Conocéis San Vicente de la Barquera en Cantabria?? seguro que si, al menos de oídas. Pues la sesión de postboda que os dejo hoy la hicimos a caballo entre San Vicente y la playa de la Arnía junto a Coral y Roberto, que ya es la tercera vez que se pasan por el blog. Me encanta ser fotógrafo en Cantabria y poderos enseñar imágenes como estas.

Teníamos poco margen de maniobra para cuadrar la sesión, ya que querían hacerla en la playa y apenas había dos días disponibles antes de que tuviesen que volver al trabajo. Además la marea baja no nos cuadraba con el atardecer para poder aprovechar una de esas playas rocosas que tanto juego suelen dar, así que decidimos empezar al medio día con la marea baja en Arnía aunque la luz no fuese la más adecuada y terminar en una de las playas de arena de San Vicente con la luz del atardecer , teníamos la esperanza de que las nubes actuaran de difusor ante la potente luz del sol, pero no tuvimos la suerte. Eso si, el atardecer que nos regaló la puesta de sol fue precioso.

POSTBODA EN CANTABRIA: DESDE LA PLAYA DE LA ARNÍA HASTA SAN VICENTE DE LA BARQUERA

Pero empecemos desde el principio… o mejor omitimos esta primera parte porque no pudimos empezarla con peor mal píe, y nunca mejor dicho, pues nada más empezar a bajar hasta la playa, uno de los tres resbaló cayendo en plancha, no diré el nombre, eso queda entre nosotros y nuestros allegados a los que les hemos contado la anécdota =) Lo cierto es que fue una caída muy divertida, y después de ver que no había pasado nada no pudimos hacer otra cosa que echarnos a reír sin parar.

Tras habernos recompuesto de la caída y tras caminar o más bien casi escalar a través de las rocas, llegamos a la zona donde empezaríamos con las primeras fotos, la marea estaba baja pero se notaba que estaba subiendo poco a poco. Era una zona muy tranquila donde apenas había gente y pudimos estar a nuestra bola… como siempre con algún percance, sino son ortigas en el bosque, flores que dan alergia en el campo, son erizos de mar que no ves y que pisas sin querer, lo importante siempre en una postboda es irnos con heridas de guerra.

Una postboda en Cantabria tiene mucho trabajo, y como esto nos había sabido a poco, Coral y Rober quisieron jugarse más el tipo subiendo a unas rocas donde rompían las olas con bastante fuerza. Esta primera parte de la sesión fue súper divertida, nos reímos un montón y pasamos un rato estupendo… pero había que reponer fuerzas de cara a la segunda parte, así que nada mejor que un arroz con bogavante del Cantábrico!

UNA SESIÓN DE POSTBODA EN LA PLAYA QUE NUNCA OLVIDARÉ

Ya con el estomago lleno, cogimos el coche de nuevo y nos pusimos vuelta hasta San Vicente de la Barquera, que además era donde Coral y Rober tenían el dúplex donde haría noche antes de volver a casa. Antes de llegar a San Vicente paramos en una de sus playas, ya con el sol cayendo por el horizonte y dándonos un cielo y una luz espectacular, aun que aquí la luz ya se iba por cada segundo, apuramos tanto que cuando llegamos a las duchas para quitarnos la arena de los píes (caso a parte la arena que se llevo Coral con su vestido) ya era prácticamente de noche y tuvimos que ayudarnos con la luz de la linterna dando por finalizado un día muy intenso pero lleno de anécdotas y un montón de risas.

Aunque todavía quedaba la noche, que aprovechando que también vino Rafa, un amigo de la pareja el cual también estuvo en la boda, salimos a cenar por el pueblo poniendo la guinda al pastel con un gin tonic y un helado para Coral! Y ahora si, tocaba irse a dormir que por la mañana tenía que madrugar para volver a Madrid y preparar la boda del día siguiente.

Bueno Coral, Rober, una vez más os doy las gracias por haberme regalado la posibilidad de realizar una postboda en Cantabria e ir hasta allí a hacer estas fotos que espero que cuando las miréis las recordéis con cariño, de igual manera por vuestra hospitalidad y por lo bien que nos lo pasamos pese a las caídas, erizos, olas y demás! jeje Espero que os guste el adelanto…. mañana ya las tendréis todas, un abrazo!! =)

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Que bien estoy llevando este año todo el trabajo, con casi todo al día, pero por contra voy con un buen retraso en cuanto a los adelantos que me gusta subir tras cada sesión o cada boda. A ver si en esta semana podemos ir sacando esos adelantos al blog =)

Hoy vamos con la postboda de Iván y Pili, una postboda que se ha hecho desear, tras su boda en abril y después de muchos posibles destinos al final terminamos en un enclave precioso y que además les iba como anillo al dedo con la temática de su boda, muy ambientada en juego de tronos. Por lo que nuestro escenario no podía ser otro que la imponente Roca Dragón, hogar de los Targaryen, más conocida como San Juan de Gaztelugatxe y ubicada en Euskadi.

Que os voy decir de Iván y Pili… ya los vistéis en su pre-boda entre los cerezos del valle del Jerte y en su boda en Hacienda Jacaranda. No os podéis imaginar la inmensa suerte que tengo de coincidir con personas así, os digo que si nos hubiesemos tenido que ir hasta Moscú en coche no nos hubiesemos aburrido ni un minuto, fueron en total casi 10 horas de viaje entre ir y volver y las experiencias y anécdotas que estuvimos intercambiando no tenían fin, desde la tremenda «boda de papel» hasta las incotables preguntas sobre psicología de parejas jajaja

SAN JUAN DE GAZTELUGATXE: ROCA DRAGÓN PARA LOS FANS DE JUEGO DE TRONOS

Llegamos a Bakio justo cuando el sol se despedía dejándonos un precioso atardecer cálido. Tras dejar el equipaje en el hotel salimos a cenar a unas terracitas junto al mar, a disfrutar de los tradicionales pintxos y de una rica sidra vasca que nada tiene que envidiar a la asturiana. Ya cenados, volvímos al hotel para acostarnos pronto, nos esperaba un buen madrugón para empezar a hacer las fotos antes del amanecer…. y allí que estuvimos a las 7 de la mañana, aun con la noche encima y sin un alma que nos molestase o pudiese salir en las fotos.

La sesión fue sobre ruedas, aprovechamos un poco la zona de rocas de la costa y luego las famosas escaleras de piedra que suben hasta la ermita, y llegamos hasta arriba, tocamos la campana 3 veces como manda la tracidión, recuperamos un poco las fuerzas con chocolate y a eso de las 11 de la mañana nos pusimos camino de vuelta hasta el coche… la subida de vuelta fue bastante dura, son apenas 20 minutos pero hay que salvar un buen desnivel, Pili además embarazada de 3 meses. Fue un poco duro, pero mereció sin duda la pena tras ver el resultado.

Ya en el hotel, tras darnos una buena ducha y hacer las maletas, pusimos fin a esta breve pero intensa aventura, no sin antes parar a comer en Miranda del Ebro junto a unos amigos de Iván y Pili que yo ya había conocido en la boda.

Bueno chicos! Una vez más fue un auténtico placer, nos volveremos a ver en unos días para la sesión con Emma Un millón de gracias por cuidarnos tan bien a Marta y a mi, vuestro valor humano no tiene precio, de corazón =) Espero que os guste el resultado… winter is coming!!!

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Fany y Jandro no se lo pensaron dos vececes cuando les propuse la idea de hacer su preboda en Asturias… y allí que nos fuimos! en un viaje express pero lleno de anécdotas y grandes momentos. Esta vez no me fui solo con la pareja, pues también nos acompaño Maribel y Adri, madre y hermano de Fany.

Nos alojamos en la casa de un amigo de la familia, en una aldea cerca de Villaviciosa, rodeados de naturaleza y de animales… y de muchos caracoles!! Pasamos un día estupendo, bebimos mucha sidra, nos comimos un cachopo XXL y también hicimos alguna que otra foto =)

La playa donde les lleve aun no la conocía en persona, pero si que la tenía ya fichada de haberla visto en alguna foto y está a la altura de la de las Catedrales o de la de Gueirua, donde ya habéis podido ver un par de post-bodas que hice en ambas playas. Aprovechamos la marea baja, como siempre es recomendable en este tipo de playas pues es el momento en el que se les puede sacar mas provecho. El mar estaba bastante enbravecido, por lo que descartamos meternos un poco en el agua, aunque tampoco ibamos con esa idea… aunque ya sabéis que nunca se sabe en que puede acabar una sesión de fotos conmigo.

Bueno chicos, gracias por esta breve pero intensa experiencia! se que Fany me odia un poco por meterla entre las piedras, pero espero que con las fotos se le pase un poco =) A ti Jandro que te voy a decir… cada vez que te veía estabas subiendo por los acantilados jaja. Y a Maribel la quiero dar especialmente las gracias por conducir con tanta precaución! Y Adri… espero que me saludes la próxima vez que te vea en el Muni!

Nos vemos el sábado, familia. Va a ser un gran día, ya veréis ;

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Pues nada, que os voy a decir ya de Arantxa y Jose, es ya la tercera vez que se pasan por el blog y ya es casi como si los conociese de toda la vida, gran parte porque son amigos de mi compy Cris por lo que ha sido más fácil intimar con ellos. Además estuvimos pasando la noche en el pueblo de Jose y de Cris, bueno y de Arantxa aunque sea de adopción, Torrenueva, en plena mancha muy cerquita de Valdepeñas y en donde pude conocer un poquito de sus costumbres, donde se había comenzado a fraguar el amor entre nuestros protagonistas de hoy, y de esas fiestas de las que tanto me había hablado Cristina, en especial la fiesta de «la borricá» jajaja

A pesar de que Torrenueva nos pillaba mucho más cerca de nuestro destino, el viaje sería de unas 4 horas, por lo que salimos nada más terminar de comer para llegar con tiempo y aprovechar al máximo la luz. Nos pusimos dos puntos en concreto del parque natural: la playa del Monsul y el arrecife de las sirenas, dos lugares icónicos de el Cabo de Gata, lugar que sino conocéis os recomiendo visitar porque es una auténtica joya del mediterráneo.

Pese a que estaba nublado, hacia calor, aunque ciertamente podría haber sido peor, tuvimos suerte en ese sentido, sobre todo para Arantxa y Jose, que el traje y el vestido no son precisamente fresquitos. La primera parada fue en la playa del Monsul, donde se prepararon y nos pusimos al lío… y os puedo asegurar que empezamos la tarde fuerte, pues para las primeras fotos que hicimos les hice subir (casi escalar) la enorme duna que preside la playa, y estoy seguro que no muchas parejas hubiesen accedido a subirla, así que una vez más os doy las gracias, se que fue un poco duro! Y para el resto de parejas que estéis leyendo esto y que pronto haréis una post-boda conmigo… que sepáis que no os lo pondré fácil =)

Tras el enorme esfuerzo tras subir la duna, hicimos algunas fotos por la playa, aprovechando sobre todo las formaciones rocosas, ya que la playa estaba llena de gente en esos momentos, no obstante pudimos apañarnos para evitar los bañistas. Tras dar por finalizadas las fotos en la playa del Monsul, pusimos rumbo al arrecife de las Sirenas, unos 35 minutos nos separaban de un sitio al otro. Allí hicimos el resto de las fotos, aprovechando de nuevo las formaciones rocosas y el mar, y últimando hasta el último momento de luz, ya con linternas porque no se veía nada, pese a que teníamos luna llena el cielo estaba muy nublado y hubo algún momento en el que divisamos relámpagos a lo lejos, menos mal que al final la lluvia nos respetó.

Cuando por fin dimos por finalizada la sesión, tocaba volver al pueblo y otras 4 horas de coche por la noche, menos mal que Jose es un experimentado conductor y nos llevó sin sobresaltos… en cuanto pillamos la cama todos caímos KO, fue una tarde muy intensa, pero muy productiva, en la que al final tuvimos que exprimir el tiempo al máximo.

Bueno, la espera ya llegó a su fin… no me retraso ni un día más para que Arantxa no me meta más presión jiji que se que teníais ganas de poder ver las primeras fotos. Prontito tendré el resto y me pondré con el álbum. Pues nada, espero que la espera haya merecido la pena! Muchas gracias una vez más por vuestra hospitalidad, vuestro trato y sobre todo por acceder a todas mis locuras! Como diría Cris… sois unos novios «todoterreno»! besos!!

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Después de unos días de ausencia vuelvo con una post-boda muy especial, un mes y un par de semanas después de la boda de Soraya y Javi en Corral de Almaguer, pudimos volver a vernos para cumplir uno de sus sueños, hacer una postboda en la playa de Gueirua. Os podéis imaginar la ilusión que me hizo volver como fotógrafo de bodas en Asturias.

Salimos el mismo sábado temprano, a las 8 de la mañana vinieron a buscarme y pusimos rumbo hacia tierras asturianas, un auténtico paraiso al que siempre que puedo me gusta escaparme. Llegamos al medio día y fuimos a Luanco a comer, después de buscar un buen rato un lugar, ya que el pueblo estaba lleno de gente por sus fiestas y por ser julio, encontramos un restaurante donde pudimos comernos unos cachopos de cecina riquísimos, eso si, de tamaño XLL, que bien se come por el norte! Con lo llenos  que estábamos no nos quedó más remedio que ir al hotel para tumbarnos un ratillo y echar la siesta, al menos Javi y yo, porque Soraya tenía que prepararse y maquillarse para la sesión de post-boda, mi idea era empezar sobre las 20:00 a hacer las fotos para intentar buscar la mejor luz posible.

POSTBODA EN LA PLAYA DE GUEIRUA, UN PAISAJE DIGNO DE PELÍCULA

Una vez listos cogimos el coche en busca de la playa, a la que a pesar de haber ido unas 4 veces, siempre me costaba encontrar la entrada al camino que lleva hacia ella, pues es una playa bastante escondida, para las que no la conozcais os la recomiendo, la playa de Gueirua, muy cerca de Cudillero. Tras aparcar, cogimos todas las cosas y entramos en el pequeño sendero que nos llevaría hasta el borde del acantilado, donde cogeriamos unas largas escaleras que te llevaban directamente a la playa, la bajada no fue muy complicada… pero luego nos tocaría subir para volver…

Tras llegar a la playa, Javi y Soraya se volvieron a enfundar su traje de novio y vestido de novia, ya estabamos todos listos para comenzar con la sesión. No os voy a decir que fue una postboda fácil, pues el terreno rocoso dificultaba mucho los movimientos, en especial los de Javi con sus zapatos, ya que Soraya pudo calzarse unas deportivas bajo el vestido, pero aun así había que andar con mucho ojo sino queríamos resbalarnos y terminar mojados y con un moratón.

No obstante, a pesar de las dificultades tengo que decir que se portaron los dos genial, se atrevieron con todo lo que les pedi, ya fuese subirse a una roca, como caminar entre piedras o ponerse casi debajo de alguna de las pequeñas cascadas que desembocaban en la playa. Recorrimos la playa, la cual tampoco es muy grande, hasta que llegó la luz del atardecer, que fue el momento donde más aprovechamos para hacer más fotos, usando además el velo que Soraya no pudo aprovechar bien el día de la boda, la luz era simplemente maravillosa! Os aseguro que hacer una postboda en la playa es toda una experiencia.

Además también contamos con la compañia de otra novia (aún no casada) que estaba haciéndose un reportaje de pre-boda con sus amigas y damas de honor… para que necesitar al novio? jejeje

LA PLAYA DE GUEIRUA: UNA JOYA ESCONDIDA EN LA COSTA ASTURIANA

Ya con el sol tras el horizonte, y aprovechando la poca claridad que quedaba del día hicimos las últimas fotos de la sesión, incluso ayudándome de una linterna para iluminar un poquito mejor… ya habían pasado unas 3 horas desde que comenzamos y tocaba quitarse los trajes y guardar el equipo para emprender el camino de vuelta.

A pesar de que nos habíamos pegado una buena paliza durante la sesión, todavía quedaba lo peor, deshacer el camino, pero esta vez cuesta arriba, unos 15 minutos de vuelta a oscuras, ayudados por la luz de la linterna, que se hicieron muy largos… pero al final del camino y tras haber cumplido el sueño de Soraya y Javi, nos esperaban unas buenas cerveza fresquitas y un montón de fotos aún por retocar.

Y como siempre, me gusta poder abrir boca con un pequeño adelanto, no podía ser menos en este caso. Aquí tenéis las primeras fotos de vuestra post-boda chicos. Muchísimas gracias, una vez más por haberme dado la oportunidad de inmortalizar vuestra boda y por haber confiado plenamente en mi para la localización de la post-boda, espero que a pesar de la paliza que nos dimos el sábado las fotos hagan que mereciese la pena lo «sufrido». Un abrazo para los dos!

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Hoy os traigo a una nueva pareja de novios, que aunque ya se casaron no pudisteis ver por aquí antes por tener ya la fecha de su boda reservada. Por eso, novios y novias del 2017, no lo dejéis para última hora! =)

Bueno, os presento a Ana y Salva, una pareja de Guadalajara con la que he pasado los dos últimos días tras cientos de kilómetros los 3 juntos, hemos podido conocernos un poquito mejor, reirnos y contarnos mogollón de anécdotas… 1200 kilómetros dan para mucho! esa ha sido la distancia que hemos recorrido para ir y volver a un escenario mágico, casi ná! Cuando Ana contactó conmigo por segunda vez para comentarme que quería hacer la postboda en un lugar así de especial no pude evitar sonreir de la alegría que me dio, llevaba meses intentando animar a alguna pareja a hacer la postboda en esta playa sin llegar a conseguirlo, y Ana sin haberle dicho nada me propuso hacer la sesión de fotos allí.

UNA DE LAS PLAYAS MÁS FAMOSAS DE NUESTRO PAÍS

Estoy hablando indudablemente de la playa de las Catedrales, situada junto a la Localidad de Ribadeo, provincia de Lugo y a pocos kilómetros de la frontera con la preciosa Asturias. Tras semanas de «preparación» y seguimiento del tiempo y sobre todo de los horarios de las mareas, decidimos hacer las fotos el lunes con el atardecer, lamentablemente las lluvias nos lo impidieron, y tuvimos que posponer la postboda dos días después, el miércoles al amanecer.

Nos alojamos en el O Lar de Carmiña, el cual os recomiendo a todos si vais algún día por allí, no solo por su cercanía a la playa, sino por lo bien que nos trato la dueña, Carmiña y sobre todo por lo bien que se come, estaba todo buenísimo, creo que los 3 salimos con un par de kilos de más de allí!

POSTBODA EN LA PLAYA DE LAS CATEDRALES CON MADRUGÓN INCLUIDO

El día de la sesión nos tocó madrugar para poder coger bien el amanecer, a las 7:30 de la mañana estabamos ya preparados y plantados en la playa, esperando a que el sol asomase por el este, y cuando lo hizo, la luz que nos regaló fue impresionante, lamentablemente el cielo se fue despejando a la par que el sol subía y terminamos con una luz muy dura, pero por suerte eso fue casi cuando habíamos terminado de hacer las fotos. La sesión de fotos fue larga, casi 4 horas, pero es que la playa da para mucho.

Al principio a parte de una luz muy suave matizada por el ángulo del sol y las nubes que había también tuvimos la suerte de tener la playa entera solo para nosotros, esto es todo un lujo, pues los fines de semana y meses de veraneo en la playa llegan a pasar 5.000 personas al día, una barbaridad! Cuando nos fuimos si que había algunos turistas paseando junto a la orilla aprovechando la bajada de la marea, pero tampoco un número que llegase a ser molesto o agobiante.

A parte de eso creo que pasamos una mañana muy divertida, a mi por lo menos se me pasó el tiempo volando, Ana pasó algo de frio al principio pero aguantó como una campeona, espero que ese pequeño sufrimiento haya merecido la pena al ver las fotos.

EL MEJOR MOMENTO PARA VISITAR LA PLAYA DE LAS CATEDRALES ES CON LA MAREA BAJA

Bueno chicos, ha sido todo un placer y un honor que me hayáis elegido y dejado acompañaros hasta allí para inmortalizar una postboda tan especial, solo espero que las fotografías esten a la altura de lo esperado.

Por último os doy las gracias por haberos portado tan bien conmigo y haberme cuidado como lo habéis hecho, por lo que os he podido conocer he visto que sois dos grandes personas, os deseo muchísimos años de felicidad y ahora a esperar al peque! jeje

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