Nos despedimos de agosto para dar la bienvenida a septiembre, otro mes más cargado de bodas y al que se van a empezar a sumar las postbodas y alguna que otra prebodas. Ha sido y está siendo un gran verano, como habéis podido ver a lo largo de estos meses he podido acompañar a un montón de parejas cargadísimas de ilusión en sus bodas. Hoy os traigo a Ana y Jose, la última boda de este pasado mes de agosto, y aunque vengo con el adelanto de fotos con un poco de retraso, espero que esta pequeña espera haya merecido la pena.
Para su enlace eligieron la preciosa finca de Aldea Santillana, situada junto a la localidad de El Berrueco, al cual ya he tenido que acudir este verano unas cuantas veces y seguro que no me cansaré, porque tiene un entorno de una belleza sin igual. Todo el reportaje fotográfico fue en la misma finca, desde los domicilios hasta la fiesta, sin duda una idea acertada para no tener que desplazarse en ningún momento y evitar así las prisas.
PREPARATIVOS EN LAS HABITACIONES DE ALDEA SANTILLANA
Empezamos con Jose en su habitación, acompañado de sus padres, su hermana, cuñado y sobrino, que entre todos ayudaron a vestirle. Luego hicimos algunas fotos más en los exteriores de la habitación y pusimos camino al torreón donde nos esperaba Ana, como en cuento de princesas!
Allí estaba Ana, junto con sus mejores amigas, disfrutando de los momentos previos del «si quiero», con una aparente tranquilidad que pocas veces veo en estos instantes. Hicimos algunas fotos de los últimos retoques del maquillaje, poco después llegó un sorpresón de Jose en forma de ramo de flores con una nota para su amada. Los preparativos de Ana estuvieron siempre acompañados por la tranquilidad, sin prisas, disfrutando de cada segundo… poco más tarde llegó su madre, su padre y su hermano que la arroparon aun más con su compañía.
CEREMONIA CIVIL EN LA PRECIOSA FINCA DE ALDEA SANTILLANA
Unos minutos antes de que saliese Ana de su habitación, me despedí para poder empezar a captar los primeros detalles de la ceremonia. La ceremonia estuvo llena de momentos, lágrimas, emociones, risas… para empezar la novia llegó en una majestuosa calesa tirada por 4 caballos, acompañada por su padre en todo momento hasta donde impacientemente la esperaba Jose.
Después de las palabras de la hermana de Jose y de la madre de Ana hicieron derramar las primeras lágrimas en uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, aunque no los únicos, pues a continuación salieron a cantar a duo dos de sus familiares, con una voz que me puso el bello de punta y que seguro emocionó a más de uno de los invitados.
Tras las firmas y la lluvia de arroz fuimos a hacer las fotos de los exteriores por los terrenos de la finca, incluyendo el «pequeño» palacio que tiene dentro de sus muros, además pudimos aprovechar la bonita luz del atardecer que nunca defrauda. Una vez terminamos la sesión de fotos tocó disfrutar un poco del cóctel con todos sus invitados.
BANQUETE Y FIESTA POR TODO LO ALTO
El banquete trancurrió con alguna sorpresa durante los postres con la entrega del ramo de novia a una de las amigas de Ana y con dos ramos de flores a las madres de la pareja. Luego llegó el momento del baile y la posterior fiesta, donde no falto ni un solo detalle tampoco, pohotocall, candy bar y un barman que era un espectáculo haciéndo cócteles, había que verle los malabarismos que se marcaba! Fue una fiesta con mucho ambiente y aunque yo terminé mucho antes, se que estuvieron hasta las tantas de la mañana… y no podía ser menos, un día así merecía una celebración por todo lo alto y puedo decir, una vez más, que salió una boda perfecta!
Bueno chicos, siento la tardanza del adelanto, espero que estéis disfrutando de vuestro viaje de luna de miel y que os guste este primer tentempíe de fotos. A la vuelta nos vemos, no sin antes daros las gracias por vuestra confianza y por lo bien que os portastéis con nosotros en todo momento. Un abrazo y que tengáis un gran viaje!!