Seguimos con las bodas, van quedando menos, ya estamos en el último sprint del año!! ahora esta semana están cargadas de postbodas teñidas con los colores que nos regala el otoño y que muy pronto veréis por aquí. Pero vamos al lío… hoy es el turno de Nuria y Fran.
Soy consciente de la gran responsabilidad que tengo en cada reportaje de boda que tengo el honor y la suerte de hacer, se que cada boda que hago es única y especial, cada una con sus dos protagonistas y su propia historia… algo irrepetible. Es por eso que que me gusta entregarme en cuerpo y alma en cada uno de esos días tan especiales, poder dar el 100% es requisito indispensable para mi siempre.
Sin embargo a esta boda había que sumarle un aliciente más personal para mi ya que Fran es un amigo mío, que aunque en los últimos años nos hemos visto menos, hemos compartido viajes y grandes experiencias… desde la salvaje Kenya hasta el extremeño pueblo de Serrejón y sus enormes dehesas. Os podría contar muchas anécdotas, pero me temo que no terminaría esta publicación hoy!
Sinceramente, cuando me enteré de que se iban a cansar, pensé en recomendarles un par de compañeros fotógrafos, pero cuando preguntamos a Nuria no la vi muy convencida… al final no pude decir que no, y me alegro. No solo pude disfrutar de la boda de Fran juntos con algunos de mis amigos, sino que también pude asegurarme de que Nuria y Fran tuviesen un recuerdo inolvidable a la altura de un día tan especial para ellos y que gracias a estas imágenes (y muchas otras) podrán recordar con total nitidez cada detalle de ese 7-10-2017 cuando dentro de 50 años estén sentados juntos en el sofa de su hogar contemplando el álbum.
Bueno, vamos con la crónica del día… empecé con Fran en la casa de sus padres, creo que ha sido una de las casas en las que más gente me he encontrado pero a la vez ha sido de las más tranquila, algo que como ya sabréis no suele ser lo normal por el jaleo que se suele formar, pero en este caso fue todo lo contrario, y eso que la mayoría eran sus sobrinos pequeños!
Además cuando llegué a su casa, me estaba esperando vestido… me dieron ganas de darle una collejita, pero no pude hacer más que darle un abrazo y decirle que se desvistiera mientras empezaba a fotografiar los detalles. Luego ya si empezamos con las fotos preparandose, donde participaron sus padres, y antes de irme terminamos haciendo las fotos de familia y algunos posados que tras la preboda estaba «chupao»!
Tras dejar a Fran en su casa, nos pusimos rumbo a la casa de la madre de Nuria, vivían casi al lado así que no tardé más de 5 minutos en llegar. Allí me esperaba Nuria junto a su madre, su hermana, su prima, sus dos sobrinos y su cuñado. Estaba terminando de maquillarse asíque aprovechamos esos últimos momentos para hacer alguna foto y luego me puse con sus detalles. Tras eso, nos fuimos a la cocina mientras esperabamos que se pusiese el vestido, cuando salí y la vi supe que Fran iba a alucinar cuando la viese entrar en la iglesia… y así fue.
Ya en la iglesia me encontré a un Fran muy nervioso, algo muy contradictorio conociendo el espíritu tan tranquilo que tiene… pero claro, es que no todos los días se casa uno! Tras recibir a los invitados y hacer la entrada junto a su madre, llegó Nuria del brazo de su cuñado, que la acompañó hasta el altar donde la esperaba Fran. El ritual dio comienzo, fue una ceremonia muy personal, el sacerdote era amigo de la pareja y eso ayudó mucho a crear un ambiente más cercano y desenfadado que hizo que la misa no se hiciese muy larga para los invitados pese a su duración.
Tras la salida de la iglesia y la posterior lluvia de arroz, nos fuimos a la Posta Real, donde se celebraría el banquete y la fiesta. Allí aproveche para hacer una pequeña sesión de fotos sin extendernos mucho para que pudiesen disfrutar del cóctel lo máximo posible. Una vez terminada la sesión de exteriores entramos al cóctel y aquí me descolgué la cámara del cuello, me puse una camisa más bonita y como un invitado más! Gracias a Quique Pintado que se encargo de cubrir el cóctel y la fiesta haciéndo un trabajo inmaculado! Tras la riquísima cena llegó el momento de las copas y el baile, un baile precioso en el que Nuria no pudo evitar emocionarse mientras Fran la abrazaba al ritmo de la música.
Bueno chicos, solo deciros que fue un día increíble! Ha sido un verdadero orgullo poder acompañaros y ser parte de un momento así… espero que os guste el adelanto y a ver si podemos vernos la próxima semana, que hay muchas más fotos esperando =) Un abrazo muy grande pareja!!!