Seguimos con el fantástico colorido del otoño, ayer estuve junto con Sandra y Dani en un pequeño rincón de la sierra madrileña, un rincón en el que ya había hecho un par de pre-bodas más y que tiene un encanto especial, más aun en esta época del año en la que los árboles se visten con sus tonalidades ocres.
A Sandra y Dani no les recordaréis de haberles visto antes por aquí, se casaron a principios de este mes pero no les hice la boda, aunque a Sandra ya la conocía desde hace un montón de años, de hecho la hice una sesión cuando estaba empezando a dar mis primeros pinitos en la fotografía, hay que ver que rápido pasa el tiempo… jeje bueno, no nos pongamos nostálgicos y vamos al lío!
La tarde se nos pasó rápido, empezamos cerca de las 5 y aprovechamos hasta el último resquicio de luz, ya con el sol escondido, tuvimos que usar las linternas de los móviles a la vuelta. Nos encontramos con un otoño extraño, muchos árboles ya pelados, otros en su punto e incluso algunos aun algo verdes, no obstante la estampa era preciosa y además la temperatura nos acompañó, no tuvimos una luz espectacular, pero con un cielo nublado se trabaja que da gusto igualmente.
En cuanto a la pareja…que os voy a decir, se notó la confianza de conocernos y la verdad es que se portaron de maravilla, hasta terminaron tumbados en el suelo sobre las hojas mojadas por la humedad, se sintieron muy cómodos posando y eso desemboca en un resultado mucho más natural.
Bueno chicos, no os hago esperar más jeje, aquí tenéis las primeras fotos. Un abrazo y un besazo respectivamente! =)