Empezamos con las bodas de septiembre, un mes que va a estar lleno de sesiones de postboda y alguna que otra preboda. El calor del verano parece que se ha terminado y muy pronto el otoño teñirá los árboles con sus cálidos colores… que ganas tengo de hacer fotos otoñales!
Hoy vengo con Ana y Fernando, que se casaron el pasado 3 de septiembre en una boda de mañana en la finca Miravalle. Nos hizo un día estupendo, sol y buena temperatura, algo que vino genial, ya que la mayor parte de la boda fue al aire libre, a excepción únicamente del banquete.
Como siempre, empezamos con el novio, Fernando nos esperaba en la habitación del hotel Princesa de Éboli, en Pinto, acompañado de sus padres y sus hermanos, que le ayudaron a prepararse mientras yo realizaba las fotos. Estuvimos tranquilos y sin prisas, tanto que terminé antes de lo previsto y pude irme un poquito ants a casa de Ana.
Allí me esperaba junto a su familia mientras terminaban de maquillarla, curiosamente ocurrió lo contrario que me suele suceder en los domicilios, y es que normalmente cuando llego reina la tranquilidad y al irme los nervios y las prisas se apoderan de la novia, pero en este caso había un poco más de jaleo a mi llegada pero al terminar dejé a Ana tranquila y acompañada de sus padres. Sin duda fueron unos preparativos inusuales y muy bien aprovechados!
CEREMONIA CIVIL EN LA FINCA MIRAVALLE
Tras los preparativos la siguiente y última parada antes de regresar a casa, era la finca de Miravalle, situada en la nacional VI entre El Escorial y Guadarrama, una finca en la que ya había tenido la suerte de acudir a cubrir algunas bodas más y que destaca por sus preciosos jardines y un espectacular salón acristalado coronado por una preciosa cúpula.
La ceremonia se realizó en uno de los jardines de la finca bajo la atenta mirada de todos sus familiares y amigos, que no se perdieron ni un solo detalle del enlace. No fue una ceremonia muy larga, pero si estuvo cargada de momentos emocionantes, las palabras que les dedicaron sus seres queridos les tocaron la fibra, la música en vivo que habían contratado era sencillamente espectacular y hacía que se te pusiese la piel de gallina.
Finalizada la ceremonia, y tras recibir a los recien casados bajo una lluvia de pétalos de rosa, me quede con Ana y Fer a solas para poder hacerles unas fotos de exteriores en los jardines de la finca, no nos quisimos enredar mucho con la sesión, ya que habían contratado una post-boda y queríamos que aprovechasen el cóctel todo lo que se pudiese.
Tras la celebración del banquete y las sorpresas de la sobremesa, llegó el momento del baile. Los invitados volvieron a salir a otro de los jardines de la finca, que sería donde se celebraría la fiesta, lugar donde los novios se marcaron un baile para recordar!! no se cuanto lo habrían ensayado, pero les salió genial! Terminado el baile, me quede un ratillo más para realizar algunas fotos de los invitados durante la fiesta, que al final suelen ser las fotos más divertidas! Luego tocó guardar el equipo, despedirme y volver a casa tras una larga pero increíble jornada.
Bueno chicos, muchísimas gracias por confiar en mi para vuestro día, que puedo decir… me alegro de que os saliese todo como queríais, os respetó el tiempo y os hizo un día fabuloso, y sobre todo pude ver que disfrutastéis cada momento del día, y eso es lo verdaderamente importante, ahora ya solo queda recordarlo con mucho cariño y espero que las fotos os ayuden a ello. Nos vemos pronto, un abrazo!!
