Boda en Ciudad Rodrigo – Cristina & Ion

Me encanta poder hacer bodas en lugares nuevos, viajar siempre ha sido una de mis pasiones y siempre que me sale una boda fuera de Madrid estoy encantado. En este caso, Cristina y Ion se acercaron hasta Navalcarnero el verano pasado para poder conocernos y firmar el contrato, me estuvieron contando como sería su boda, una boda que por fin pude hacer el sábado pasado, y que pese al montón de kilómetros que tuve que recorrer la repetiría sin duda. Esta vez el destino fue Ciudad Rodrigo, una localidad salmantina que mantiene todo su encanto medieval, y a 20km un pequeño pueblo de apenas 50 habitantes, La Atalaya, a los pies de la sierra de Francia.

Cristina y Ion me invitaron a ir el día antes de la boda y a pasar junto a ellos y sus familiares y amigos la tarde con una merienda-cena que se hace el día antes de la boda, que por lo visto es tradición por la zona hacer un pequeño festejo con charanga incluida. Pude empezar a conocer a sus familiares y disfrutar de los riquísimos ibéricos de la zona, que delicia!! Para las 12 de la noche me fui de vuelta al hotel para poder descansar y levantarme con fuerzas al día siguiente… ellos por lo visto terminaron sobre las 4 de la mañana así que se lo debieron pasar estupendamente!

CIUDAD RODRIGO: UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE SALAMANCA

Y llegó el gran día, un día que fue fabuloso en todos los aspectos. Empecé como siempre con el novio, Ion me esperaba en su casa junto con su hermana Yolanda y sus padres Carlos y Lourdes aunque poco a poco fueron llegando más familiares para acompañarle durante los preparativos. Cuando llegué me dijo que estaba muy nervioso, y eso que aun quedaban unas horas para la ceremonia, es posible que hasta que no se vio con el traje puesto no se lo terminó de creer… pero si, en poco tiempo tendría que estar esperando en el altar la llegada del amor de su vida vestida de un blanco radiante. Tras terminar las fotos allí le deje con los suyos en los que serían sus últimos momentos de soltero.

Desde Ciudad Rodrigo puse rumbo a La Atalaya, donde tenía los preparativos de Cristina y la ceremonia en la iglesia del pueblo. Llegué a la casa de sus padres, José y Mari, donde también estaba su hermano José Luis acompañado de su mujer, y unas amigas de Cristina que no se separaron de ella ni un solo momento. Hice las fotos aprovechando el jardín de la casa y la luz que se colaba entre las enredaderas, después ya con Cristina últimamos sus preparativos junto con sus padres y amigas que la ayudaron a terminar de prepararse.

CEREMONIA RELIGIOSA EN LA IGLESIA DE LA ATALAYA

Una vez terminadas las fotos en la casa fui para la iglesia que estaba a un minuto andando, allí ya estaba esperando Ion mientras recibía a los invitados. Cristina se hizo esperar un poco, como marca la tradición, pero no tardo mucho en llegar acompañada del brazo de su padre que la guió por el pasillo hasta el altar, cuantas emociones y pensamientos se le pasará a una novia por la cabeza durante ese pequeño recorrido que la lleva hasta los brazos del que en pocos minutos será su esposo, me lo pregunto muchísimas veces.

La ceremonia fue muy bonita, con lágrimas incluidas, como me gusta cuando alguno de los novios no puede aguantar la emoción y rompe a llorar, es un momento tan emotivo y especial! Otro de los momentos de la ceremonia fue cuando la niña de los anillos que apenas estaba empezando a dar sus primeros pasos decidió acompañar a los novios y a los padrinos en el altar, se lo paso pipa durante la ceremonia!

Tras el rito nupcial, las firmas y las fotos con la familia llegó el momento de la salida de la iglesia y posteriores felicitaciones. Sin demorarnos mucho fuimos a otra zona del pueblo para hacer algunas fotos con los amigos de la pareja, con la majestuosa sierra de fondo, para luego quedarme ya solo con los novios y hacerles las fotos de exteriores, aprovechando el increíble coche americano de uno de los invitados a la boda, menuda reliquia!

UNA BODA EN EL HOTEL CONDE RODRIGO II: LA CELEBRACIÓN PERFECTA

Una vez terminadas las fotos llegó el momento del cóctel y la celebración en el Hotel Conde Rodrigo II, espectacular. Fue un cóctel extenso, con un montón de aperitivos, algunos tan peculiares como moras y aceitunas bañadas en nitrógeno líquido, que te transmitía una sensación muy extraña al probarlo, es difícil de explicar jeje. También aprovechamos para hacer las fotos de grupo, 230 invitados, casi nada! pero la verdad es que Cristina lo organizó genial y salió todo rodado.

Después de disfrutar del banquete y de una sobremesa llena de sorpresas (flipé con el saco de maiz que les regalaron los amigos) tocó el momento del baile y la fiesta….y que fiesta! Lo que me pude reir con todos sus amigos… lo mejor, la última foto que hice a Ion y a 3 o 4 amigos más… no se si se acordará de cual pero no os preocupéis que está censurada!!

Bueno chicos, os doy una vez más las gracias por haber confiado en mi pese a la distancia que nos separaba, os habéis portado genial conmigo desde el primer momento, tanto vosotros como vuestras familias y por supuesto amigos, que no paraban de decirme en la fiesta que dejase la cámara y disfrutase, estas cosas las agradezco de corazón. Espero que estéis disfrutando de vuestra luna de miel y que este pequeño adelanto os sirva para ir rememorando un día inolvidable para vosotros. Nos vemos a la vuelta!

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