Entramos en el ecuador del año y solo llevo un tercio de todas las bodas de este 2018, aún queda mucho por hacer, un montón de sitios que visitar y miles de momentos por captar sin perder una pizca de la motivación con la que empecé el año, además en agosto me iré de vacaciones para descansar un poco y encarar la vuelta con las mismas ganas. Pero antes os traigo una espectacular boda en finca Espino de Torote.
Vamos con la boda de hoy. Nuria y Diego, Diego y Nuria, una pareja que se complementa a la perfección, ya noté esa sincronía cuando realizamos la preboda hace unos meses en Ávila, pero durante su boda pude comprobar que sin duda están hechos el uno para el otro. Vaya día pasamos… desde la emotividad de la ceremonia hasta el despilfarre de la fiesta!
LOS PREPARATIVOS DE LOS NOVIOS
Empecemos… fue una boda con los preparativos muy distanciados, comenzamos como siempre con el novio, Diego nos esperaba en Tres Cantos en la casa de sus padres acompañado por los mismos así como por su hermana, un amigo y algunos familiares más. Pese a ser bastantes en la casa la verdad es que fue un domicilio muy tranquilo, con los inevitables nervios del antes de un acontecimiento tan importante pero sin que se nos pegase mucho la hora.
Tras terminar con Diego tocaba el turno de Nuria, que también nos esperaba en casa de sus padres pero en este caso la localización era en Coslada y tan solo estaba acompañada por su padre y su madre, bueno, y Verónica Calderón al mando de los pinceles, una auténtica artista del maquillaje y la peluquería. Las primeras fotos como siempre fueron para sus complementos y última parte del maquillaje, no se porque, pero siempre me ha encantado esos momentos en los que la novia está terminando de maquillarse.
CEREMONIA CIVIL DE BODA EN FINCA ESPINO DE TOROTE
Una vez terminamos con Nuria, nos pusimos camino de la finca Espino de Torote, una preciosidad de recinto que me dejó impresionado según llegué, más aun al ver que la cena sería al aire libre y la decoración que se había currado el equipo de wedding planner La Casa de la Novia con Mina y Natalia a la cabeza, unas auténticas profesionales con las que te puedes asegurar de no dejar ningún detalle al azar, siempre súper atentas con todo y con todos.
Allí se encontraba ya Diego recibiendo a los invitados y esperando sobre todo a que llegase Nuría, la cual no se hizo esperar mucho. Tanto tiempo esperando este momento y por fin había llegado, los sentimientos estaban a flor de piel y además la ceremonia la iba a oficiar Rafa, el amigo de Diego, haciendo el ritual más íntimo si aún cabe.
No fue una ceremonia muy larga, o al menos a mi se me pasó volando, porque si que recuerdo un montón de momentos muy emotivos a lo largo de la celebración, en especial con las palabras de sus hermanas y de sus amigos, donde se vieron algunas lágrimas entre los presentes pero sobre todo innumerables sonrisas. Además se realizo un ritual celta que no había visto y que me pareció muy bonito, en el que además también pudieron participar sus madres.
UN ATARDECER DE PELÍCULA Y UNA CENA DE VERANO AL AIRE LIBRE
Tras finalizar la ceremonia y recibir la lluvia de flores, fuimos a hacer un par de fotos de exteriores con la pareja, sin entretenernos mucho para que pudiesen disfrutar de su cóctel con los invitados, aunque aún quedaban por hacer las fotos de grupo… menos mal que ahí teníamos a Mina y Natalia una vez más echándonos una mano con la organización. El cóctel se pasó volando, cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos en el banquete, la noche era perfecta para estar al aire libre y todo indicaba que sería una velada perfecta… y así fue.
Y como no podía ser de otra manera, habíamos llegado a la última parte de ese día tan soñado por Nuria y Diego, era la última parte, pero aún quedaban muchas horas de diversión, probablemente las horas más divertidas de toda la boda… si, había llegado la fiesta!! Y vaya fiesta se dieron, en especial Diego que le vi darlo todo sobre la pista de baile, la gente estaba muy animada y salieron unas fotos súper divertidas de esta parte. No se como terminaría la noche, pero cuando nosotros nos fuimos aquello estaba en pleno apogeo!
Diego, Nuria, una vez más os doy las gracias por lo bien que os portasteis tanto conmigo como con Viktor, ha sido un auténtico regalo poder haber hecho vuestra boda y sobre todo me alegro de que os saliese todo tan perfecto, es posible que se os pasase en un abrir y cerrar de ojos pero estoy seguro por lo que pude comprobar que lo disfrutasteis al máximo, y para mi eso es lo más importante en una boda, que los novios lo vivan al 100%, las fotos lo reflejan a la perfección, ya lo veréis =) Pues lo dicho, un abrazo para los dos y pasadlo genial lo que os quede por Japón!
